sábado, 7 de diciembre de 2013

Entre La Espada y La Pared.



Ryukiba:





3era Parte

La lanza de la Verdad



Para cuando Sheizo volvió a abrir los ojos, estaba muy lejos de las murallas del reino, acostado en el pasto junto a un riachuelo. Le habían quitado la armadura y solamente tenía su ropa de civil, su torso había sido completamente vendado.

Sheizo se levantó y vio que también tenía un vendaje en su cabeza, su espada estaba clavada en la tierra junto a él,  mas lejos había un chico desconocido, tenía una chaqueta y una bufanda negra, pantalones cortos y rasgados color verde oscuro y unos guantes rojos en sus manos.

El joven estaba afilando una gran navaja contra las rocas del riachuelo, Sheizo tomó su espada y sin importarle saber quién era o qué hacía allí, se encaminó en dirección al reino.

-       Yo que tu… no me atrevería a ir…- dijo el joven- después de todo hoy es la boda.
-       No me importa…- dijo Sheizo sin detenerse- debo ir…
-       La puerta principal está cerrada y vigilada…- insistió el joven poniéndose de pie y siguiéndolo.
-       Lo imagino…- admitió Sheizo.
-       Ese Daniel estaba en lo cierto- dijo el joven, Sheizo se detuvo- …después de sanar tus heridas y traerte hasta aquí, dijo que cuando despertaras no escucharías razones o explicaciones y volverías.
-       ¿lo conoces?- dijo Sheizo por primera vez viendo al joven, notó que era algo alto y delgado- te ves como un Bandido.
-       Me llamo Roge- dijo el chico- y si… soy conocido como un bandido.
-       Imagino que Daniel te ordenó detenerme- dijo Sheizo dándose la vuelta y continuando su camino.
-       De hecho… no lo hizo…- admitió Roge- dijo que sería inútil tratar de detenerte… él quería que te diera esto…

Roge sacó de su chaqueta un trozo de papel doblado y arrugado, Sheizo reconoció la caligrafía y rápidamente se lo arrebató de las manos.

“Querido Kaito:

Eres el único en quien confío y sobre lo que te he estado contando, al parecer no hay más salida, me gustaría que habláramos esta noche en el baile real. Sé que estarás ocupado con todos los preparativos y vigilancia, pero si logras hacer un tiempo quiero que vayamos a un lugar apartado para discutir sobre esa propuesta.

Atte:Yune”

Era la misma carta que la doncella había entregado aquella mañana en el campo de entrenamiento. Era como enterrarle una daga en el corazón, Sheizo sintió como si algo en su interior reventara contra su pecho, sin embargo por otro lado era totalmente diferente.

-       Daniel dijo que si eso no te detenía…- agregó Roge- entonces nada lo hará…
-       Tiene razón…- dijo Sheizo y luego de unos segundos, guardó la carta y siguió caminando- nada puede detenerme ahora…
-       ¿de verdad?
-       Entiendo que para ti sea algo tonto ir tras una chica que ya decidió casarse con alguien más…
-       La verdad yo no sé nada… Daniel prometió no encerrarme si no te daba esa carta…
-       Entonces ya no tienes obligación de seguirme… ¿cierto?
-       Eso es muy cierto… sobre todo cuando vas a tu propia muerte… te digo que pelear contra la guardia real…
-       Cuando quieres a alguien de verdad… y cuando sabes lo que yo sé… estarías dispuesto a pelear contra el cielo y la tierra…
-       Ya veo… en ese caso te deseo suerte…

Sin decir otra palabra, Sheizo se encaminó completamente solo hasta el castillo, dispuesto a pelear contra quien se interpusiera en su camino hasta Yune, aunque sabía que eso sería duro, ya que tendría que enfrentarse a quienes veía como amigos.

Las imponentes murallas del reino, una edificación de tres pisos de altura están construidas con los ladrillos más sólidos del reino y rodean todo el perímetro proporcionando una excelente defensa contra los ataques invasores.

Para que un solo soldado se atreviera a intentar atravesar las puertas principales, tendría que estar tan loco como un hongo, o simplemente en busca de un suicidio, Lucas estaba de pie frente a las puertas cerradas y en ambas torres de vigilancia se encontraban arqueros que a pesar de sus ordenes de ataque, también sentían dudas al dispararle a uno de los guardias reales.

Sheizo observó a Lucas quien lo miraba con un rostro neutral, sin embargo ambos sabían muy bien lo que el otro estaba pensando, aun así, Sheizo no se detuvo en ningún momento. Luego de unos minutos en los que el espadachín se fue acercando a las puertas del reino, Lucas entendió que no había marcha atrás y tensó su arco.

-       No me hagas disparar…- dijo el arquero- sabes que puedo matarte desde aquí…
-       Te conozco demasiado Lucas…- dijo Sheizo sin titubear- por eso y por muchas cosas más… sé… que no vas a matarme…
-       Si te acercas demasiado… lo haré…

Ignorando la advertencia de Lucas, Sheizo sujetó su espada con mucha fuerza y deteniéndose por medio segundo, se echó a correr a una velocidad impresionante para alguien como él.

Lucas comenzó a disparar sus flechas una tras otra, mientras Sheizo se acercaba cada vez más, los arqueros en ambas torres no hicieron nada pues Lucas era el mejor arquero del reino y sus disparos eran legendarios en aquellas tierras.

Finalmente Sheizo se detuvo a unos pasos tras el arquero, cada una de las flechas habían sido bloqueadas por la espada del primero y luego un sonido parecido a un pequeño estallido reveló que la cuerda del arco de Lucas había sido cortada.

-       Primero atacas a la cabeza para una muerte rápida- dijo Sheizo con una voz susurrante- seguidamente a las extremidades, hombro derecho, brazo izquierdo, hombro izquierdo, brazo derecho, pierna izquierda y luego la derecha… finalmente atacas al corazón…
-       ¿tan predecible soy?- se rió el arquero.
-       Te lo dije…- rió Sheizo- te conozco demasiado y por eso sé…que no ibas a matarme…
-       Eso está por verse…

Las puertas se abrieron y un total de diez hombres armados con espadas, hachas y lanzas aparecieron desde el interior rodeando por completo al espadachín, Lucas se dio vuelta para mirar a su antiguo compañero sin embargo no ordenó el ataque.

-       ¿Por qué insistes tanto?- dijo Lucas- sabemos que estabas loco por esa chica pero ya no importa…
-       Lo siento Lucas- dijo Sheizo levantando nuevamente su espada- pero no puedo dejarla ir sin luchar por ella como se debe…

Sheizo se dispuso a pelear contra cada uno de los soldados, sin embargo como si fuese un relámpago, alguien estaba noqueando a los soldados uno por uno sorpresivamente y para cuando todos se dieron cuenta de quién era el responsable, solamente quedaron Sheizo y Lucas.

-       Roge…- dijo Sheizo al ver al joven girar rápidamente unas dagas en sus manos.
-       Enfrentarse a la guardia real es una gran locura…- dijo el chico- debe ser muy importante para ti… o estás muy trastornado…
-       Aun así dijiste…
-       Nunca pensé que fueras a ser capaz de salir bien parado de un ataque del legendario Lucas…- admitió el joven y luego miró al arquero- es interesante lo que un hombre decidido puede llegar a lograr…
-       Gracias…

Sin perder más tiempo Sheizo entró por las puertas del reino en dirección al castillo, dejando a Roge como escudo frente a Lucas, quien de igual forma ya no pensaba seguir combatiendo.

Sheizo avanzó por entre las calles, en su mayoría desiertas pues todos estaban presenciando la boda de Kaito y Yune, de nuevo esa sensación de un puñal en el pecho del espadachín se hizo presente, sin poder perder más tiempo Sheizo comenzó a correr.

*****************

Era tan Hermosa como podía ser una doncella, a la luz del día en la enorme plaza frente al castillo, casi todos en el reino vinieron a presenciar la boda de la joven Yune con el Líder de la Guardia Real, Kaito.

-       Me alegra de que estén todos presentes…- comenzó a decir Daniel quien era el que presidía la ceremonia- el día en que uniremos los lazos de esta pareja… De un lado Kaito el Líder de la Guardia Real y del otro a Yune la doncella del palacio… me veo obligado a advertir… que si alguien desea llegar oportunamente y declarar su oposición a esta ceremonia para reclamar a alguno de estos dos jóvenes… pues este es el mejor momento para decirlo… así que…
-       ¡Deja el chiste Daniel!- gritó Sheizo desde la distancia- ¡Ya sabías que iba a llegar!

Todos se dieron vuelta y observaron al espadachín avanzar con una mirada de ira en sus ojos, los cuales estaban clavados en Kaito.

-       De hecho…- admitió Daniel sin darle importancia- esperaba que no llegaras… pero es obvio que nada puede detenerte…
-       Kaito…- exclamó Sheizo apretando los dientes- tú…
-       ¿Qué pasa Kaito?- dijo Yune que no paraba de ver a ambos caballeros.
-       Tranquila Yun- dijo Kaito con su tono suave y calmado- todo se resolverá pronto…
-       Kaito…- repitió Sheizo, al ver como hablaba tan tranquilo con Yune, sintió como le hervía la sangre.
-       ¿vienes a la boda?- dijo el novio abandonando el altar y caminando en dirección a Sheizo.

Sin embargo alguien más saltó desde el publico entre Kaito y Sheizo, un hombre algo grande, con una enorme hacha se abalanzó sobre él espadachín, quien en un movimiento rápido logró esquivar el golpe y cortar el mango del arma, lo cual hizo que la hoja del hacha cayera con un ruido seco en la tierra detrás del atacante.

-       Hola Hermes- dijo Sheizo sin detenerse.
El guerrero se dio la vuelta y observó atónito a su antiguo compañero, como si no lo reconociera. Sheizo siguió caminando al encuentro con Kaito quien tomó su lanza que estaba reposada cerca del Altar preparándose para la pelea, todos a su alrededor comenzaron a apartarse y a alejarse.

-       ¿Qué significa todo esto?- se oyó decir al Rey.
-       Descuide…- lo calmó Daniel- el Capitán Kaito se encargará de todo.
-       ¿Kaito?- susurró Yune.

Ambos peleadores se detuvieron a pocos metros uno del otro, Sheizo miraba directamente a los ojos tranquilos del Capitán quien tampoco hacía movimiento alguno que demostrara querer pelear contra él.

-       ¿piensas que puedes derrotarme ahora?- dijo finalmente Kaito luego de unos minutos.
-       Quiero que confieses la razón por la cual estoy aquí…- dijo Sheizo sin parar en el volumen de su voz.
-       ¿Por qué estás aquí?
-       No trates de jugar conmigo… sabes bien la razón…
-       Veamos… me atacas a media noche… interrumpes mi boda… todo para que confiese algo cuando tú mismo no confiesas tus propios sentimientos…
-       Esto no tiene nada que ver conmigo…
-       ¿a no? Porque para mí… esto tiene tu nombre escrito en todas partes…
-       No evadas el tema… confiesa lo que tramas con Yune y con Abdalla…
-       Veo que sabes los nombres… pero sigo insistiendo… ¿Por qué te importa tanto eso?
-       Sabes porque…
-       ¿acaso no puedes decirlo?
-       Yo…
-       Si no puedes dar un motivo válido por el que decidas declararle la guerra a toda la guardia real…
-       ¡BASTA!

Sheizo atacó con furia a Kaito, era obvio que el capitán estaba provocándole pero el espadachín ya había aguantado lo suficiente, usando todas sus fuerzas y su velocidad, Sheizo arremetía con mucha más habilidad que aquella noche, sin embargo todavía no era rival para Kaito quien con destreza podía esquivar cada ataque de su contrincante.

-       ¿acaso no te das cuenta?- dijo Kaito retrocediendo un poco.
-       ¿a qué te refieres?- saltó Sheizo deteniéndose.
-       Piensa un poco y mira a tu alrededor…- lo tranquilizó Kaito.

Sheizo le dio una mirada a toda la plaza y se dio cuenta que eran el centro de atención, sin embargo no había nada inusual a simple vista, pero al prestar atención a cada una de las personas Sheizo notó a que se refería Kaito.

-       No hay guardias…- dijo Sheizo despacio- ¿Dónde están?
-       No están aquí- explicó Kaito- les ordené que si te ven llegar a la plaza debían retirarse.
-       ¿enserio?
-       Solo los guardias de la puerta principal y los miembros de la guardia real pueden tratar de detenerte… pero veo que fallaron…
-       ¿Por qué haces esto?
-       Para que entiendas mi punto… ¿Cómo lograste vencer a Lucas?
-       Pues… solamente tuve que bloquear sus flechas… y cortar su arco…
-       ¿significa que sabías bloquear las flechas del mejor arquero del reino?
-       Pues… es que lo conozco demasiado bien…
-       ¿y qué me dices de Hermes?
-       Pues… siempre ataca desde arriba en sentido diagonal… buscando cortarme el cuello o incapacitarme los hombros…
-       ¿Por qué sabes esto?
-       Porque los conozco a todos… éramos compañeros… nos ayudábamos entre sí… entrenando cada día hombro con hombro.
-       Exacto… la capacidad de conocer a una persona… te da ventaja en momentos cruciales… ahora… ¿Qué sabes de mí?
-       Que eres un traidor… sabías lo que sentía y aun así decidiste…
-       ¿solamente eso?
-       ¿Qué quieres decir?
-       ¿solamente me conoces como un “traidor”?- Kaito dejó su lanza en el suelo y caminó hasta el altar- ¿no sabes mas nada sobre mi?
-       Pues… yo

Fue entonces que la verdad apareció frente a Sheizo como un balde de agua fría, era cierto que el espadachín nunca había entrenando junto al capitán y que solo conocía los aspectos de su cargo mas no de su vida. Sheizo entendió entonces que nunca podría vencer a Kaito por más que lo intentara, al menos no en ese momento.

-       ¿Kaito?- dijo Yune sin entender nada, Sheizo la miró fijamente y supo que debía hacer.
-       Lady Yune…- dijo el espadachín arrodillándose- disculpe mi interrupción tan salvaje… pero no podía permitir que se casara con este hombre… no solo no la ama… sino que planea engañarla con otra mujer… además de eso… le confieso que desde hace mucho que me gusta…

Hubo un instante de silencio, Sheizo estaba esperando que Yune dijera algo, pero al ver que la chica simplemente lo miraba sorprendida decidió continuar con su declaración.

-       …no sabría decirle con franqueza… debe ser algo en su forma de ser lo que me tiene fascinado… sin embargo soy muy tímido y estúpido para declararle mis sentimientos… y verla comprometida simplemente me partió el corazón… quiero que sea feliz… y no me importa luchar contra el mundo entero por ello… aun si muero en el intento… valdrá la pena.

Sheizo bajó la mirada, hubo varios murmullos entre el público pero nadie dijo nada hasta que finalmente Kaito comenzó a aplaudir y todos lo vieron sorprendidos.

-       ¡finalmente!- exclamó el capitán- ¿acaso era tan difícil decirlo?
-       Kaito…- dijo Daniel empezando a comprender- ¿acaso ese era tu plan?
-       Pero por supuesto…- dijo Kaito dejando de aplaudir y acercándose a Sheizo- esto era lo que quería desde un principio… siempre te lo dije…
-       ¿para esto decidiste comprometerte con Yune?- exclamó Sheizo sin entender.
-       Si leíste la carta…- explicó Kaito como si nada- te darás cuenta que la idea no la tuve yo.
-       Aun así…
-       Sir Sheizo…

Ambos caballeros voltearon para ver como la doncella Yune se acercaba un tanto acelerada, se puso en medio de ambos y al hablar lo hizo con un tono de nerviosismo evidente.

-       Sir Sheizo…- dijo la doncella- todo esto de la boda fue mi idea… pero yo se que Sir Kaito está enamorado de Abdalla…
-       ¿lo sabes?
-       Es su mejor amiga…- dijo Kaito como si fuese obvio- yo llevo saliendo con Abdalla desde hace ya varios años…
-       ¿entonces la boda?
-       Sir Kaito solamente me está ayudando…- dijo la doncella con un poco de vergüenza- mi sueño siempre ha sido viajar por el mundo y tener muchas aventuras y descubrir, experimentar… ver muchas de las maravillas del mundo… pero desafortunadamente mis padres… ellos no me dejarán salir del reino si no me caso con un miembro de la guardia Real.
-       ¿entonces Kaito?
-       Yo la conozco desde que comencé a salir con Abdalla- explicó el capitán- ella me tiene mucha confianza y desde hace mucho ella había pensado en montar este “teatro” para que sus padres la dejarán salir del reino…
-       Por eso planeaste dejarla luego de un año…
-       Exactamente… Abdalla está de acuerdo con el plan… aunque también le duele un poco… sabe que yo la quiero a ella.
-       Yo nunca me interpondría entre Sir Kaito y Dalla...- agregó Yune.

Ahora todo tenía sentido, Sheizo se sintió como un tonto por montar tal espectáculo, sin embargo recordó las palabras que Kaito siempre le estaba diciendo, eran las señales que debió haber visto desde hace tiempo y por su terquedad había ignorado.

-       Lo siento mucho…- dijo finalmente el espadachín- yo… debí prestar más atención a lo que querías decirme…
-       Mi objetivo era fortalecer ese lado de ti- dijo el capitán- para que pudieras declararte ante Yune por tu cuenta, aunque me tomó mucho más de lo que quería…
-       Por eso Daniel me curó de las heridas…- dio Sheizo mirando al hechicero.
-       Daniel no sabía de mi plan hasta que llegue con tu cuerpo lastimado a su casa…- reveló Kaito- le expliqué todo esa noche mientras te sanaba… nunca ataqué tus puntos vitales… de la misma forma que te diste cuenta… conozco tus movimientos y sé como bloquearlos todos…
-       Yo…
-       Pero ya eso no importa…- lo calmó el capitán dándose vuelta y regresando al altar- me parece que ya es hora de terminar con esto…
-       ¿vas a casarte con Yune?- dijo Daniel mirando de reojo a la doncella.
-       Es obvio que no…- dijo Kaito con una risa- ya no necesito casarme para que sus padres la dejen marcharse… después de todo el trato era casarse con un miembro de la guardia real…
-       Entonces es una fortuna que nunca formalizaste la expulsión de Sheizo… ¿no?

Tanto Yune como Sheizo miraron al capitán, quien les devolvió una sonrisa.

-       Exactamente…- dijo Kaito- si Yune acepta la ayuda de Sheizo, podrán casarse ahora mismo…
-       ¿Qué?- Sheizo enrojeció completamente.
-       Bueno…- dijo Yune mirando al espadachín de arriba abajo- yo… no sé…
-       Entiendo que no lo conozcas lo suficiente- dijo Kaito con calma- pero pienso que habrá más tiempo para eso cuando ambos viajen juntos… después de todo…  ¿Quién mejor para acompañarte que la única persona capaz de enfrentarse al mundo por ti?
-       Yo…- Sheizo moría de vergüenza, sin embargo no se arrepentía de sus palabras.
-       Tienes razón…- dijo Yune tomando a Sheizo de la mano- ya habrá tiempo para una boda de verdad…
-       Perfecto…- dijo Daniel levantando las manos y gritando al público- ¡Estamos Listos para la nueva ceremonia!


*****************

Era casi medio día y a Roge se le hacía tarde, corría entre los pasillos del castillo los cuales eran enormes, para cuando llegó al campo de entrenamiento ya todos estaban allí.

-       Llegas tarde- exclamó Kaito al verlo entrar- como miembro de la guardia real, la puntualidad siempre es de mantenerse...
-       Lo siento capitán- exclamó el joven- pero tuve que ir por la carta de Sheizo y Yune.
-       ¿ya enviaron otra?- exclamó Hermes desde su puesto- ¿no enviaron la anterior hace ya una semana?
-       Has estado mucho tiempo en las tabernas- exclamó Lucas mientras bajaba su arco- ya pasó un mes…
-       Parece que todo hubiera sucedido hace un par de minutos…- dijo Daniel acercándose a Kaito que comenzaba a desenvolver la carta.
-       Ya mañana se cumplirá un año- dijo Kaito con nostalgia- es bueno saber que la están pasando bien.
-       ¿podrías leer la carta?- exclamó Hermes con impaciencia.

Kaito puso la Carta en una mesa y todos pudieron leerla, Sheizo y Yune se casaron ese día y al siguiente ambos dejaron el reino para recorrer el mundo, desde entonces, cada mes la guardia real recibía una carta de parte de alguno de los dos relatándoles cada aventura que tenían.

“Queridos Amigos:

Ya ha pasado un año desde la boda, de verdad no puedo creer cómo pasa el tiempo, hemos estado viviendo tantas cosas y descubierto tantos lugares sorprendentes que de verdad siento que aquel incidente nunca hubiese pasado, Capitán Kaito debo agradecerle por todo, tomarse tantas molestias para ayudarnos.

De verdad que siempre recordaré sus acciones y se las relataré a mis hijos cuando tenga, ya lo verá, las leyendas de Sir Kaito, un caballero dispuesto a hacer todo para enseñarle a sus amigos las lecciones más importantes de la vida, me siento culpable de haber querido atacarlo.

En fin, este mes hemos descubierto tierras increíbles, Yune está maravillada con la comida de este reino, debo vigilarla para que no aumente demasiados kilos, es increíble cómo puede comer tanto, yo por otro lado he forjado una espada de un material extraño autóctono de este continente, de verdad es increíble, brilla a la oscuridad y a pesar de que es grande, es muy ligera.

Si algún día salen de aventuras, les recomiendo que viajen al sur-este y visiten este reino tan extraño, Yune parece no querer irse de aquí así que quizás nos quedemos todo el mes. Ella me dice que hay algo que debe decirme pero tendré que esperar a que ustedes respondan esta carta, así que háganlo rápido porque me muero de curiosidad por saber que es.

Un Saludo
Atte: Sheizo y Yune.”

Al reverso de la nota había otra escritura muy diferente, al parecer Yune había escrito algo a escondidas de Sheizo antes de enviarlo.
“PD: Hola amigos, les mando saludos y quería decirles que en unos meses iremos de regreso, Sheizo va a ser padre y quiero que todos estén presentes para decirles la noticia, me gustaría que vieran la cara que pondrá cuando se entere, nos veremos pronto.

Atte: Yune y el pequeño heredero”


La sonrisa de cada uno de los miembros de la guardia real reflejaba los deseos de que el regreso de Sheizo fuese pronto.

-       Apuesto diez tragos a que se desmaya- empezó Hermes.
-       Yo apuesto veinte a que quedará congelado sin saber que decir…- agregó Daniel.
Yo le sumo cincuenta tragos a lo que dijo Daniel- sentenció Kaito enrollando la carta con tranquilidad.