domingo, 8 de abril de 2012

Hikari Wa Yami - Oneshot



Hikari wa yami ni tsutsuma re
(Luz envuelta en oscuridad)


“El hombre esta vagando en la oscuridad de sus acciones, buscando una luz de salvación y solamente si su pureza es digna, será salvado”



Nunca un silencio fue tan abrumador como el que recorría aquella pequeña y pacifica aldea, mientras aquellas personas avanzaban entre la gente que miraba con curiosidad pues era la primera vez que veían a una pareja como esa.


Un sujeto cubierto por una gran capa en cuya espalda se podía apreciar una cruz con alas resplandecientes, seguido de una joven hermosa de cabello rubio,  vestimentas azules y blancas, una modesta espada y un escudo en el cual se apreciaba el mismo símbolo.


Niño de la aldea: ¿Quiénes son ellos padre?


Padre: ellos son… los guardianes de la Orden de Gabriel… vinieron a ayudarnos…


Otro sujeto: ¡no solamente son 2 guardianes!...  es nada más y nada menos que Eliot Kyuseishunen junto con su Ángel Guardián… Cassandra…


Padre: ¿te refieres al chico de los rumores?


Otro Sujeto: exacto… solamente tiene 20 años y ya es guardián… además que está bajo observación directa del líder de la Orden… el mismísimo Ángel Gabriel…


Padre: ya veo…


El hombre conocido como Eliot Kyuseishunen continuó avanzando sin importarle los murmullos que estaban comenzando a aumentar borrando el silencio que hace unos instantes parecía reinar toda la aldea. Finalmente ambos Guardianes llegaron hasta el Líder de la aldea, un hombre llamado Nayaka el cual los recibió con una reverencia.


Eliot trazó con su mano derecha una cruz en el aire frente a Nayaka y éste se puso de pie para dar la bienvenida a su invitado.


Nayaka: nos alegra mucho que hayan venido… ya no sabíamos a quien más acudir…


Eliot: siempre pueden acudir al señor… nosotros solamente trabajamos bajo sus órdenes…


Nayaka: es un alivio escuchar eso… déjenme guiarlos hasta “eso”…


El líder de la aldea los guió hasta una pequeña cabaña situada en los límites de la aldea cerca del pie de las montañas, la puerta estaba llena de candados todas las ventanas habían sido bloqueadas desde afuera para que nadie pudiese entrar o nada pudiese salir.Nayaka: desde que el Sacerdote local quedó atrapado… hemos tenido que sellar esta casa y aislarla del resto de esa forma…


Cassandra: ¿Cuántas personas fueron atrapadas dentro?


Nayaka: unas 20 personas… 5 vivían dentro… unas 10 eran conocidos… el resto eran personas que estuvieron en el momento y lugar equivocado…


Eliot: de acuerdo… no se preocupe… Exorcizaremos al demonio más rápido de lo que creé…


Nayaka: oh… muchísimas gracias…


Eliot: no tiene que agradecer… es nuestra misión… ahora… abramos estas puertas…


Nayaka comenzó a buscar entre sus bolsillos las llaves de la cabaña pero fue inútil, el joven se había quitado la capa y había sacado una reluciente y blanca espada con la que cortó los candados y los seguros que habían puesto en la puerta.


Eliot: volveremos pronto…


Nayaka: de… acuerdo…


El líder de la aldea pudo observar el grandioso traje que usaban los guardianes de la orden de Gabriel, un rosario amarrado a su brazo izquierdo, un cinturón donde se podían distinguir botellas de agua bendita y una biblia sujetas firmemente para cuando las necesite, una cota de mallas de acero bajo su franela en la que podía distinguirse el sello de la Orden y una espada en su espalda que era con la que había destrozado los candados de la puerta.


Eliot entró a la cabaña seguido de su ángel Cassandra y la puerta se cerró tras de ellos, al hacerlo quedaron completamente aislados tanto de la aldea como de la realidad pues el interior de la cabaña se había convertido en un escenario infernal.


Ambos Guardianes estaban parados sobre un valle rocoso con varios caminos frente a ellos y en el techo solamente había nubes oscuras y tormentosas. Los guardianes comenzaron a caminar por aquel lugar viendo a su alrededor unos árboles en llamas y criaturas negras de ojos rojos que asechaban desde todas partes.


Cassandra: te pasaste… no debiste haber dicho que sería rápido…


Eliot: bueno… errar es de humanos… jeje


Cassandra: esto no es un error… es una estupidez


Eliot: bien… pongámonos serios entonces… elévate y dime donde pueden estar los aldeanos retenidos…


Cassandra lo observó con su mirada crítica y luego extendió sus alas para poder elevarse y sentir las oraciones que el sacerdote y los aldeanos realizaban en ese momento. Pudo escucharlos a una distancia muy lejos y luego de identificar la localización exacta regresó al suelo.


Cassandra: todos los 19 aldeanos y el sacerdote están siendo resguardados a más de 100 kilómetros al este de aquí…


Eliot: ya veo…


Cassandra: la fuente de todo el caos se encuentra a 80 Kilómetros al noroeste…  en lugares muy separados…


Eliot: interesante…


Cassandra pudo notar como Eliot miraba sus piernas algo embelesado y se dio cuenta de que ella había estado volando sobre él usando una falda modestamente corta.  Con la cara tan roja como las piedras del suelo la chica le dio una fuerte cachetada al joven que luego de dar varias  vueltas en el aire cayó sobre las piedras con una dolorosa marca en su mejilla.


Cassandra: ¿Cómo puedes ser así?... te mereces un castigo por eso… un miembro de la orden de Gabriel no debe portarse así con su Ángel asignado…


Eliot: yo… no… era… no…


Cassandra: deja de balbucear y concéntrate… debemos Exorcizar a demonio para liberar a los aldeanos…


Eliot: no… si lo hacemos… este mundo desaparecerá junto con todos los que se encuentran atrapados… debemos… separarnos…


Eliot se levantó un poco mareado y con la mejilla hinchada y punzante, limpiándose un poco el polvo comenzó a caminar hasta donde según Cassandra, estaba el demonio.


Eliot: ve tú a salvar a los aldeanos… yo me encargo del Exorcismo…


Cassandra: ¿estás seguro?


Eliot: no te preocupes por mí… veamos quien termina su trabajo primero…


Cassandra: ¿Quién dice que estoy preocupada?... solamente digo que no quiero tener que dejarte solo con un demonio… debo vigilarte constantemente…


Eliot: un ángel no debe mentir… sobre todo un ángel como tú…


Cassandra: olvídalo… espero cumplas con tu deber…


Eliot: no te preocupes linda… sabes que no soy fácil de vencer…


Cassandra: díselo a la marca en tu mejilla… está hinchada por cierto…


Sin perder más tiempo el ángel comenzó a moverse hacia el este en busca de los rehenes, mientras que Eliot  se dio la vuelta y caminó en sentido opuesto separándose cada vez mas de Cassandra.


En cuanto estuvo lejos del ángel, muchas de esas criaturas de ojos rojos se abalanzaron sobre Eliot pero éste se aferró al rosario que tenía enredado en su brazo y levantándolo creó una intensa luz que destrozaba a todos los pequeños demonios de una sola vez.


Eliot: simplemente son espíritus del infierno… no pueden siquiera tocarme…


Pero algo hizo que el guardián diera un salto hacia atrás, era como una bestia enrome con melena de león y cara de cerdo que sujetaba una poderosa y enorme hacha.


Eliot: ¿un devorador?... es imposible…


Devorador: nada es imposible… eso debes saberlo bien… Eliot Kyuseishunen


El devorador atacó frenéticamente al joven con sus hachas pero éste rápidamente pudo esquivar los cortes y defenderse con el poder de su rosario. Cuando el devorador perdió la paciencia lo embistió con todas sus fuerzas el joven dio un salto y desde arriba lo cortó en 2 con su espada.


Eliot: nada es imposible… pero sólo para aquellos con la voluntad divina…


Eliot se volvió a guardar su espada pero rápidamente se dio cuenta de que la necesitaría otra vez, ya que frente a él se encontraban más de 500 Devoradores todos en espera de eliminarlo.


Eliot: Cassandra tenía razón… tal vez no debí decir que sería algo rápido…


Por otro lado, Cassandra también se enfrentaba a varios Devoradores pero su poder como ángel le permitía acabar con todos de forma mucho más rápida. Volando a toda velocidad hasta donde estaban los cautivos la joven pudo ver a su alrededor el ambiente apocalíptico y el aroma putrefacto que penetraba en su nariz comenzaban a marearla.


Cassandra: esto es extraño… una simple posesión no puede llegar tan lejos… este demonio… debe de haber algo más en todo esto… pero… ¿Qué puede ser?


En el sonido tétrico del viento, Cassandra pudo escuchar las voces de oración que exclamaban los rehenes, elevándose un poco más en el cielo se dio cuenta de que estaban enjaulados en lo profundo de un cráter rodeado de Devoradores.


Por otro lado Eliot había derrotado a sus devoradores, aunque tardó más de lo esperado, sin embargo ya había llegado a la fuente de todo el mal, el chico poseído estaba sentando en el suelo completamente cubierto de un fuego espectral negro.


Poseído: miren quien tenemos aquí… es el Elegido…


Eliot: no vuelvas a llamarme de esa forma…


Poseído: ¿Qué pasa elegido?... ¿no me reconoces?


Eliot: no fíjate que no me acuerdo…


Poseído: pero si soy Kaint… nos conocimos hace ya mucho…


Eliot: lo siento… no te recuerdo…


Kaint: ¿seguro?... no debes dejar escapar tú pasado…


Eliot: no tengo un pasado…


Kaint: mentiras… ¿quieres que te recuerde quien eres en realidad?


Sin intención de escuchar las palabras del demonio Kaint, Eliot usó su rosario para liberar al demonio del cuerpo del joven el cual cayó desmayado en cuanto el demonio dejó de posesionar su cuerpo. El demonio salió revelando su verdadera forma, un ser peludo y enorme totalmente enredado en cadenas de las cuales brotaba el mismo fuego negro.


Kaint: ¿crees que es tan simple?


Eliot: quisiera una moneda cada vez que dicen eso… ¿tienes algo para evitar ser exorcizado?


Kaint: ¿acaso no vez mi poder?... toda esta dimensión sigue existiendo aunque ya no esté posesionando al chico… es porque tengo una pequeña porción de Yami…


Eliot: ¿yami?... no… nadie puede hacer eso…


Kaint: es un regalo del rey en persona… me obsequió una pequeña cantidad… todo para poder traerte de vuelta… a donde perteneces…


Eliot: te dije que no lo mencionaras…


Kaint: ¿no mencionar que?... ¿Cómo fuiste escogido por Satanás?


Eliot: cierra la boca…


Kaint: fuiste escogido para ser el que destruya los cielos… Satanás en persona te dio los poderes de un demonio… todos los poderes del infierno… y tú lo traicionaste… ¿Cómo pudiste?


Eliot: él me traicionó a mí… me obligó a ser alguien que no soy bajo amenazar a mi familia… debiste saber que no cumplió su promesa…


Kaint: ahórrate el drama… conozco la historia… dejaste atrás todo rastro de ser humano… y te aliaste con los Guardianes en contra de tu maestro… ¿para qué?... según escuché… ellos no confían en ti… el mismo Ángel Gabriel cree que eres un espía…


Eliot: pero aún así… el me aceptó como guardián…


Kaint: ¿aceptar?... te vigilan… no pasará mucho para que te traicionen por ser un emisario del infierno…


Eliot: lo resolveré cuando llegue…


Kaint: Ingenuo… debes saber que no puedes oponerte a las órdenes de tu maestro…Eliot: ¿Qué no?... solamente obsérvame…


Kaint sacó su enorme lanza y arremetió contra Eliot pero éste pudo defenderse con su espada, sin embargo el choque de sus armas al pelear podía escucharse por todo el lugar. Cassandra había liberado a todos los rehenes y en ese momento estaba recibiendo las gracias del Sacerdote.


Sacerdote: … Ivan es un joven pacifico… fue una sorpresa que un demonio lo usara de esa forma…


Cassandra: ¿de qué forma estás ablando?


Sacerdote: cuando fui a Exorcizarlo… ese demonio me dijo que no era la persona que estaba esperando… que aquél que vendría no tenía que ser un simple mortal…


Fue entonces cuando el sonido de las armas chocando llegó a los oídos del ángel y pudo sentir un peligro aterradoramente grave que rodeaba a Eliot, eso la preocupó mucho y luego de guiar a los Aldeanos y al sacerdote a la salida, Cassandra salió disparada en dirección a donde estaban luchando Eliot y el demonio.


Al llegar a donde estaba Eliot, Cassandra dio un suspiro de alivio pues el guardián tenía la ventaja, contrarrestaba fácilmente los ataques del demonio con su espada mientras que el demonio trataba de romper su defensa cada vez con más insistencia.


Eliot: ¿Por qué tardaste tanto?


Cassandra: pensé que tú solo te podías encargar del demonio… pero veo que no le has hecho “el juicio”…


Eliot: como seguro ya te has dado cuenta… éste no es un demonio cualquiera…


Cassandra: siento un gran peligro… hay que tener cuidado y exorcizarlo…


Eliot: ya dijiste… ahora preparemos el juicio…
Guardando su espada, Eliot levantó su mano derecha y con la izquierda en su pecho trazó la señal de la santa cruz la cual transformó todo a su alrededor en una zona de luz pura.


Cassandra: comienza con la santificación de la hoja de tu espada…


Eliot: ya sé que hacer… no me lo repitas…


Kaint: ¡claro como si les fuese a dejar hacer algo así!


El demonio arremetió contra Eliot pero Cassandra intervino y con su escudo pudo frenar la lanza al mismo tiempo que con su espada pudo cortar aquella arma en tres partes, mientras tanto Eliot tomó su biblia y abriéndola en la parte marcada comenzó la oración que santificaría la hoja de su espada la cual era la única forma de destruir al demonio.


El demonio comenzó a soltar blasfemias de su boca y retrocedió cada vez mas, Cassandra no se confiaba pues todavía sentía esa sensación peligrosa. Luego de unos segundos el ángel se dio cuenta que aquel demonio no estaba maldiciéndoles, realmente estaba recitando un contra maleficio que lo transformaba en una criatura mucho más peligrosa.


Cassandra: eso… es…


Kaint: gracias al maestro puedo usar un poco del poder de Yami… la oscuridad… ahora… verán como todo a su alrededor es consumido…


Cassandra: Eliot… debes darte prisa… este peligro… esto… es…


El demonio estalló en una nube oscura que empezó a cubrirlo todo, Eliot estaba recitando el último párrafo para completar la santificación y Cassandra estaba de pie frente a él tratando de hacerle frente a algo tan poderoso.


Cassandra: ¿esto es una pequeña parte?


Kaint: solamente necesitaba una pequeña parte para cumplir… las órdenes del maestro…


Cassandra: no permitiré que te lo lleves…


Kaint: ¿enserio? Entonces… ¿Qué te parece si lo acompañas?


Todo se cubrió de oscuridad y de entre esta surgió una figura enorme que con sus manos sujetó a Cassandra sin que ella pudiese hacer algo para evitarlo, al mismo tiempo Eliot daba el último “amen” con el cual La espada finalmente estaba lista.


Kaint: ¿piensas derrotarme elegido?... tengo a tu preciado Ángel… verás como la llevo al infierno y luego tú la seguirás…


Justo detrás del demonio se abrió un enorme vórtice que despedía un calor abrasador y soplaba vientos de los que podía escucharse lamentos y gritos de dolor, un escalofrío recorrió el cuerpo de Eliot, era el verdadero infierno.


Cassandra: ¡no te detengas!... ¡no dejes que este demonio me lleve al infierno!...


Esas palabras, esa voz, algo en el pecho de Eliot se estremeció y moviendo la cabeza de un lado a otro pudo entrar en razón y sujetando con fuerza su espada comenzó a correr hasta donde el Demonio estaba a punto de lanzar a Cassandra directo en el abismo.


Pero al ver como el guardián avanzaba sin dudas a exterminarlo, Kaint se dio la vuelta y usó al ángel como un escudo entre él y Eliot, este se detuvo en el acto y observó con rabia como el demonio se reía ante la reacción obtenida.


Kaint: ¿Qué sucede Elegido?...  ¿no puedes dañar a tu preciosa Ángel?


Cassandra: no… puedo… zafarme… ¡no te preocupes por mí!... sólo atraviésalo…


Kaint: es inútil querida… después de todo… no puedes debilitarme con tu presencia mientras use el poder de Yami…


Cassandra: Eliot… ¡Atraviésame a mí también!... no te quedes allí parado…Pero Eliot parecía no poder hacer lo que el ángel le pedía, su brazo temblaba y bajando la mirada soltó su arma en señal de darse por vencido. Cassandra no podía creerlo, nunca antes se había dado por vencido y era imposible que empezara ahora.


Kaint: ¿te rindes?


Eliot: me… rindo… llévame a mi… pero libera a Cassandra…


Cassandra: ¿Cómo pudiste?


Kaint: el maestro estará feliz… su prodigio regresará a donde pertenece…


Cassandra: ¡¿Cómo pudiste?!


En un momento en el que el demonio se distrajo, Cassandra usó todas sus fuerzas para liberarse y volar muy alto en el cielo, el demonio perdió el equilibrio se tambaleó hacia atrás y fue entonces cuando Eliot volvió a tomar su es pada y abalanzándose sobre el demonio lo atravesó en el cuello con la hoja sagrada de su espada.


Eliot: al final… no nos conocíamos tan bien como creías…


Kaint: tu… maldito…


Eliot: silencio… debiste haberlo visto… yo no puedo rendirme tan fácil… de no ser así… nunca hubiera salido del infierno…


La hoja de la espada emitió un brillo intenso y el demonio quedó calcinado por tan grandiosa luz, toda la oscuridad que antes reinaba en el lugar fue absorbida por el agujero dando a entender que la parte de Yami regresaba al infierno donde pertenecía.


Cassandra aterrizó junto a Eliot y ambos volvieron a esa habitación pequeña y acogedora en la que vivía el joven poseído que frente a ellos seguía descansando en su cama.


Cassandra: sabes bien… que la hoja santa de tu espada no puede dañar un ser de luz como yo…


Eliot: lo sé…


Cassandra: entonces ¿por qué decidiste ignorar mis peticiones?
Eliot: no puedo ni quiero dañar tan bella luz… aun si debo hacerlo… si todo está en contra… si soy amenazado hasta la muerte… prefiero sufrir 100 veces en el infierno… a verte lastimada…


Cassandra no supo que responder, sus mejillas se tornaron rosadas e inconscientemente se había llevado una mano al pecho, sentía como su corazón latía con fuerza. “¿Por qué tengo esta sensación?” se preguntaba el ángel.


Cassandra: idiota… la próxima vez no te detengas… no dejemos que el exorcismo llegue a tal nivel…


Eliot: después de todo… estabas muy preocupada por mi…


Cassandra: ¿de qué estás hablando?


Eliot: no seas tan tímida… pude ver la preocupación en tus ojos…


Cassandra: por si no te diste cuenta… estaba usando poderes que iban mucho más allá de lo que un demonio ordinario pude hacer…


****: Disculpen… ¿Quiénes son?...  ¿Qué me pasó?... mi cabeza… duele…


El joven poseído de nombre Iván despertó finalmente y parecía no recordar nada, una vez el sacerdote y un medico de la aldea lo revisaron, le contaron todo lo ocurrido en la aldea y el joven se sintió tan culpable que ofreció sus disculpas a toda la aldea.


Luego de asegurarse de que todo esté en orden y reforzar con agua bendita todas las casas de la aldea, los guardianes de la Orden de Gabriel se despidieron de los aldeanos pues tenían que regresar a la Catedral central donde esperarían por otro llamado de ayuda.


Sacerdote: en nombre de la Aldea estamos agradecidos por su ayuda…


Eliot: no se preocupe… después de todo es nuestro deber como siervos del señor…


Sacerdote: debo preguntar… ¿se encuentran bien?


Eliot: ¿por qué no habría de estarlo?


Sacerdote: no… bueno… no es nada…


Cassandra: descuide… no importa lo que pase… estaremos bien tenemos la fuerza de la luz del señor…


Sacerdote: si… ya veo… bueno… que el señor os acompañe…


Los guardianes partieron siguiendo el camino a la catedral central, mientras se alejaban el Sacerdote pudo ver un oscuro destino en su camino, sin embargo solamente le quedaba rezar y tener la fe de que en el brote de luz dentro de la oscuridad de aquel guardián fuera lo suficientemente fuerte como para enfrentarse a tal peligro que se cernía sobre él y su Ángel.


…….. Fin

No hay comentarios:

Publicar un comentario