“Soy un alma
que vaga por la oscuridad… pagando el precio de sus debilidades… alguien que ha
perdido todo rastro de su pasado… aunque veas mi rostro nunca lograrías
conocerme… soy el eterno vigilante de la
ciudad… el fantasma de mi voluntad… el alma de mi espada…”
Ryukiba–Presenta:
SoulSword
Eran alrededor de las 11:00 pm, el centro comercial “Jumper Mall”
estaba quedándose casi vacío a excepción de los guardias y vigilantes que
cuidan de la mercancía de las múltiples tiendas. Todo parecía actuar con la
normalidad de siempre, un vehículo negro y con vidrios oscuros entró al
estacionamiento y seleccionó un lugar apartado al fondo del estacionamiento
interno del edificio.
Un vigilante que se encontraba en esa área puso atención al transporte
y vio bajarse a varios guardaespaldas seguidos del mismísimo Concejal Antonio
Rodríguez, uno de los 17 miembros del consejo de la ciudad y uno de los 5
lideres del mismo. Al ver a tan importante cliente bajarse de su transporte, el
guardia se apresuró a abrirle la puerta para que pasara libremente.
-
Es un gusto verlo Concejal…- dijo el guardia con profundo respeto-
Bienvenido…-
-
Gracias…- dijo el concejal con pomposidad- vigila mi auto y ve que no
le suceda nada…-
-
Claro señor- dijo el guardia cerrando la puerta tras ellos
En cuanto hubieron entrado, el Concejal empezó a caminar por entre las
tiendas prestando atención a las cámaras que grababan los pasillos y puertas de
las tiendas buscando algo en particular.
-
Por aquí señor- dijo un sujeto de traje que estaba de pie en la
entrada a un callejón en medio del balcón central, tenía una cara alegre y
sostenía un pequeño bastón enjoyado. El concejal lo reconoció enseguida y
rápidamente se encaminó escoltado hasta el lugar donde lo esperaba el hombre
conocido como “El Subastador”.
-
Siempre a tiempo…- dijo el Subastador al recibirlo, ambos entraron por
el pasillo a través de las tiendas- como se nota que es el Concejal Rodríguez-
-
¿no pueden oírnos verdad?- dijo el Concejal preocupado
-
Descuide- dijo el Subastador con expresión cómoda- le aseguro que una
vez que entremos… nadie podrá saber nada de lo que ocurre en el Salón-
-
Perfecto…- dijo el hombre- los otros salones eran muy expuestos… por poco
me atrapan la vez pasada-
-
Descuide señor concejal… le aseguro que esta sala es diferente
Luego de seguir por el estrecho pasillo, el Subastador los trajo hasta
el extremo del edificio, donde había una abandonada banqueta frente al muro de
vidrio que dejaba ver el impresionante hotel “Paradise” que se encontraba justo
al lado.
Sin embargo el Subastador no planeaba ir al hotel, se dio la vuelta y
señaló las tiendas frente a la banqueta, una era de prendas femeninas y la otra
estaba cubierta de cartulina blanca y tenía un letrero que decía “se vende o
Alquila” pero no daba ningún número.
-
¿es aquí?- dijo el Concejal incrédulo
-
No exactamente- dijo el Subastador tocando levemente la gran entrada
de la tienda con su bastón.
Una chispa saltó de la cerradura y se escuchó un mecanismo que pudo
abrir las puertas de la tienda. Dentro de ella había poco espacio y todo estaba
lleno de escaleras, escobas, pinturas y muchas otras cosas de mantenimiento,
pero antes de que el Concejal pudiese quejarse, el Subastador tocó el suelo dos
veces con su bastón y se abrió frente a ellos una trampilla que daba acceso a
unas escaleras.
-
Por acá- dijo El Subastador mostrándole el camino al Concejal
-
Vaya…- exclamó el hombre que no esperaba algo así- ¿Quién lo diría?-
Todos bajaron un poco para entrar en un elevador subterráneo que
comenzó a descender lentamente mientras la trampilla se cerraba por sí sola. Dentro
del elevador se escuchaba una melodía muy suave y sofisticada, pero nadie dijo
nada hasta que las puertas se abrieron para dar paso al Salón donde tendría lugar el evento.
-
¡increíble en verdad!- dijo el Concejal
-
Su asiento es el numero 2 por supuesto- dijo El subastador mostrándole
una enorme mesa llena de todos los lujos que el Concejal había solicitado.
-
Perfecto… - dijo el hombre tomando asiento- mi numero de la suerte-
Una vez se aseguró de que el concejal estuviera cómodo, el subastador
desapareció tras la tienda para preparar todo lo que necesitaba, varios sujetos
además del Concejal estaban sentados en sus mesas bebiendo grandes copas de
vino y Champaña. Las luces bajaron de intensidad dejando un reflector apuntando
directamente al escenario, dando a entender que la Subasta había empezado.
Todos los presentes miraban con atención la colección de obras a
subastar que estaban ofreciéndose en el escenario, entre ellas estaba la
estatua de madera de un Dragón, un retrato renacentista de una calle en un día
de lluvia, una colección de vasijas de oro y cerámica.
Pero de entre todas las piezas a Subastar, nada causaba mas impresión
que una hermosa mujer que yacía tumbada en el suelo completamente desnuda y
mirando a los espectadores con una mirada que no demostraba emoción alguna.
-
Buenas noches caballeros- dijo El Subastador por el micrófono con toda
naturalidad- únicamente están aquí los que buscan cosas inigualables en su
clase… cosas que no podrán ver en otro lugar… y por supuesto pueden luchar por
eso de manera honesta… usando sus ingresos-
Se escucharon murmullos de aprobación, la chica en el suelo apenas y
escuchaba las palabras del Subastador y sólo se dedicaba a acostarse y mirar al
público con aquellos ojos que expresaban tan bien el dolor que había sufrido.
Para ella ya nada importaba, había sido vendida como esclava cuando sus padres
murieron, no tenía un nombre ni una identidad, tampoco un futuro en que creer.
La muchacha era el premio principal y estaba reservada para subastar
al Final, por esa razón la subasta del resto de las piezas fueron rápidas,
todos trataban de gastar la mínima cantidad para poder participar por la joven
y bella esclava. El Concejal no gastaba absolutamente nada en las otras piezas
porque estaba decidido a conseguir el premio mayor.
Para alguien como aquella joven, el escapar era una idea que ya se
había cansado de pensar, sin embargo siempre aparecía aquel leve susurro de
idea en su cabeza, el cual ignoraba sin pensar, con una mirada triste recorrió
el lugar completo pudiendo distinguir a cada guardia vigilando una salida
diferente, tanto a los guardaespaldas del Concejal que conversaban entre
susurros.
-
Bien…- dijo el Subastador cuando solamente quedaba la joven- es hora
del evento principal-
-
Finalmente- exclamó el Concejal inflando su pecho orgulloso
-
Paciencia señor- dijo el subastador moviéndose a través del escenario-
… esta bella joven vale mucho… es una fiel sirvienta que a pesar de haber sido
vendida como esclava muchas veces desde que era joven… nótese que no posee
marcas de violencia… la joven es muy obediente… servicial y dispuesta… sus
antiguos dueños la bautizaron como Flor… sin embargo son libres de llamarla
como quieran… es una joya en el mundo del comercio oscuro-
-
Deme seiscientos millones por ella- saltó el concejal- no pienso
perderme una joya como ésa-
-
Interesante- refutó el Subastador- ¿alguien ofrece más?-
Rápidamente todos los que estaban en sus mesas comenzaron a gritar
ofertas aumentadas el doble cada vez, los guardias que custodiaban la puerta
principal reían en sus puestos pues sabían del plan del Subastador.
-
¿sabrá el Concejal que está siendo utilizado?- dijo un guardia entre
risas
-
Es obvio que no…-dijo el otro haciendo señas para que bajaran la voz-
fue traído hasta aquí para que el jefe pudiese sacarle dinero más fácil… usando
a todos estos falsos compradores… -
-
Ciertamente… ahora el Concejal está aumentando su paga sin saber que
es el único concursando en la subasta- dijo de nuevo el primer guardia
-
Todo ese dinero…- dijo el segundo- una parte irá a los fondos… pero el
resto es para nosotros…-
-
Ya no puedo esperar para…-
La subasta terminó súbitamente y el concejal había ganado a la chica
denominada como Flor, El subastador le hizo señas al hombre para que subiera a
reclamar su premio, sin embargo algo raro podía percibirse en el salón, cuando
uno de los guardias que estaban hablando cayó inconsciente en el suelo.
-
Steve…- dijo el otro guardia- ¿estás bien?-
Pero Steve no pudo responder, incrustado en su hombro había un pequeño
dardo que emitía una carga eléctrica paralizante, el guardia pudo reconocer el
dardo pues ya lo habían visto anteriormente, al verlo supo de inmediato que
todo el plan había sido revelado.
Antes de que pudiese siquiera gritar, otro dardo se clavó en el pecho
del guardia y una descarga paralizante lo hizo desmayarse junto a su compañero,
todos en la sala pudieron ver a un sujeto que vestía un traje especial, portando
una máscara de trapo y sujetando una espada en su mano derecha y un dardo en su
izquierda lo hacían ver como uno de esos Ninjas que aparecen en películas y
comics.
El resto de Guardias dispararon, pero con una habilidad impresionante
el hombre pudo bloquear las balas con su espada, en ese mismo instante dio un
enorme salto por la sala hasta caer frente al escenario donde la joven lo
observó con asombro y el Concejal estupefacto no hizo movimiento alguno.
Los guardias dejaron de disparar y desenfundaron unas filosas espadas
para pelear cuerpo a cuerpo con el enmascarado, incluso los mismos
guardaespaldas del Concejal buscaron una oportunidad para atraparlo. El
subastador ya sabía a qué se enfrentaba pues había sido informado antes de una
amenaza conocida en la mafia como “SoulSword”.
-
¿es el sujeto del que se habla en los periódicos?- dijo el Concejal
intrigado
-
Exactamente…- confirmó el Subastador mientras observaba la pelea- me
temo que la fiesta ha terminado-
-
¿pero voy a tener lo que he pedido cierto?- dijo el Concejal con
naturalidad- puedo firmarle un cheque antes de que se vaya-
-
Me temo que será imposible- dijo El subastador sujetando con fuerza su
bastón
-
¿Por qué?- preguntó el Concejal con algo de inocencia
-
Porque ya los guardias fueron derrotados-
El Concejal se dio vuelta y observó como el suelo estaba repleto de
guardias y de su propia escolta, todos inconscientes al parecer pues la espada
del hombre enmascarado no tenía señal de sangre o algún otro indicio de haber
cortado a todos.
-
¿no los has matado?- dijo el Concejal admirando la escena como si
fuese una obra de teatro
-
SoulSword- dijo el Subastador- según nuestros informes… es conocido
por portar una espada sin filo alguno… no mata a sus oponentes…-
-
¿enserio?- dijo el Concejal examinando la espada con la mirada-
interesante… oye ¿te gustaría trabajar para mí?-
El hombre enmascarado no contestaba, se limitó a mirar al Concejal a través de su máscara para luego
mirar a la joven que estaba paralizada en su puesto mirándolo con una intriga
que eclipsaba la tristeza y sufrimiento en sus ojos.
-
¿por qué trabajaría para alguien como tú?- dijo el enmascarado
SoulSword
-
¿a qué te refieres?- dijo el Concejal indignado- puedo darte todo lo
que se te antoje… mujeres… dinero… lujos… y tú solamente debes ofrecerme tus
servicios como mi guardia personal… me protegerías mejor que estos inútiles-
-
Vaya cosa…- dijo SoulSword- los mayores dignatarios del estado…
reducidos a algo tan bajo… comportándose de una forma que ellos mismos
prohíben… tratando a personas como objetos reemplazables…-
-
¿pero qué locuras dices?- replicó el concejal- ¿acaso sabes lo que
dices?-
-
¿vas a decirme que si aparece alguien mejor que yo y me derrota no vas
a tratarme como a los hombres de aquí?-
El concejal cayó y le dio al enmascarado una mirada asesina
mostrándose ofendido y enfadado por lo que acababa de escuchar, mientras tanto
el Subastador aprovechaba la conversación para escapar lentamente por la parte
de atrás. Sin embargo, SoulSword se dio cuenta y lanzó otro dardo de uno de los
bolsillos de su traje; el Subastador rápidamente logró desviar el dardo con su
bastón y antes de que pudiese hacer algo sujetó al concejal con fuerza.
-
¿piensas que vengo por el Concejal?- dijo SoulSword al ver como el
Subastador sujetaba con fuerza al mandatario y levantaba su bastón- mis órdenes
son atraparte a ti…-
-
Lo sé…- dijo El subastador, con presionar una de las joyas en su
bastón, éste se electrificó de manera peligrosa sobre el aterrorizado concejal-
pero… ¿Qué pasaría si el concejal muriera?-
-
Lo necesitas…- dijo SoulSword- no puedes acabar con él… o tú también
estarías acabado-
-
Tienes razón… -dijo el subastador- sin embargo hay cosas que puedo
hacer sin matarlo-
Tras decir esto, el subastador arrojó al Concejal hacia SoulSword y
luego con su bastón, disparó un rayo hacia el techo el cual se derrumbó sobre
ellos dándole al villano la oportunidad de escapar por la salida de emergencia
que llevaba al hotel junto al centro comercial.
-
Hasta la vista- dijo el Subastador al salir
Todo se derrumbaba sobre SoulSword y el Concejal, la joven había
retrocedido un poco para evitar ser aplastada, mirando con curiosidad los
escombros, la joven buscó una señal del hombre enmascarado y casi de inmediato
éste salió de entre los escombros con un gran salto.
El hombre aterrizó en el escenario frente a la chica sosteniendo en
sus brazos al Concejal que ahora se encontraba inconsciente, luego de dejarlo
en el suelo observó el salón con detenimiento.
-
Los guardias…- dijo SoulSword- debemos enviar un equipo de rescate…
pero primero…-
El enmascarado volvió a ver a la chica y la examinó a través de su
máscara, la joven podía verle los ojos y tuvo la sensación de dolor y tristeza
que ella misma sentía, eso logró intrigarla más, desde ese momento la joven
quería saber quién era el misterioso sujeto.
-
Debo sacarte de aquí…- dijo SoulSword- ya no vale la pena seguir al
Subastador… debe estar lejos ahora…-
Buscando entre los escombros encontró un mantel de los que se usaban
en las mesas y con él cubrió a la joven desnuda que no dijo palabra alguna
hasta que el enmascarado le ordenó que la siguiera por la salida de emergencia.
Al salir del centro comercial, SoulSword levantó su brazo para mostrar un
dispositivo especial en su brazo, apretando unos botones una motocicleta de
luces intensas y de gran capacidad llegó sola hasta donde se encontraban.
La joven seguía sin atreverse a decir algo, intimidada tal vez por la
imponente apariencia del enmascarado, sentándose justo detrás del hombre, éste
aceleró y partieron a través de la avenida principal.
-
Agente Sai reportándose…- dijo el enmascarado sorprendiendo a la
joven- llevo en mi Saicle al concejal Roberto Rodríguez… sospechoso de ser uno
de los más potentes compradores de esclavos y mercancía robada en el mercado
negro…-
-
“entendido Sai”- dijo una radio en la moto- “te enviaremos las pruebas”-
La joven observaba los edificios enormes por los que pasaban, sin
atreverse a decir algo todavía, en ese momento el enmascarado al que llamaron Sai dio una vuelta en U para
quedar frente a lo que parecía una prisión.
-
Buenas…- dijo el guardia al verlo frenar- ¿desea algo?-
-
Quiero que encierren a éste prisionero- dijo Sai- no se ha portado
bien últimamente-
-
¿acaso es el Concejal Rodríguez?- dijo el guardia sorprendido al verlo
-
Exactamente… ahora escuche… en un par de minutos llegarán a traerle
pruebas de que el Concejal Rodríguez en persona ha estado cometiendo graves
faltas asistiendo a subastas ilegales e incluso trató de comprar una esclava-
El joven señaló a la joven en harapos que estaba a su lado la cual
trató de evitar la mirada, el policía revisó al Concejal desmayado y luego
llamó a un par de guardias más para que lo ayudaran a llevárselo.
-
¿Quién eres tú?- dijo el guardia- ¿Cómo sé que me dices la verdad?-
-
Pronto tendrás las pruebas…- dijo el joven- por esta ciudad soy
conocido como SoulSword… lo cual me parece un nombre muy raro-
-
¿eres SoulSword?- dijo el guardia atónito- pensé que eras un fantasma
o un mito…-
-
A veces soy un mito…-dijo SoulSword- a veces soy real… no me importa…
sólo quiero que vigiles al concejal… la persona que trae las pruebas no debe
tardar… adiós-
SoulSword aceleró con fuerza y la joven tuvo que sujetarse a la
cintura del chico para evitar caerse pero el impulso le sacó parte del trapo
con el que se cubría y al notarlo se puso roja por primera vez pues en
anteriores ocasiones a ella no le importaba la cantidad de ropa que sus amos le
obligaban a ponerse ya que siempre era muy escasa o totalmente ausente.
-
Para ser una esclava… estás bien- dijo SoulSword con tranquilidad-
¿Qué edad tienes?-
-
Eh… yo-la joven se puso aún mas roja y rápidamente volvió a cubrirse-
tengo 24-
-
¿tienes algún nombre?- dijo SoulSword con la misma tranquilidad-
¿algún lugar donde puedas quedarte?-
-
La verdad… no- dijo la joven- mis padres murieron cuando era joven y
desde que recuerdo fui una esclava… el último nombre por el que se me llamó era
Flor-
-
Bien Flor…- dijo el chico con más confianza- si no tienes donde
quedarte tendré que llevarte conmigo-
-
¿A dónde?- dijo Flor tratando de encontrar una oportunidad para calmar
su curiosidad- ¿puedes decirme quién eres?-
-
Todo a su tiempo- dijo SoulSword- pero antes de que digas algo… si vas
a llamarme por un nombre… dime Sai… no me agrada eso de SoulSword…-
-
¿Por qué te dicen SoulSword?- dijo Flor con curiosidad
-
Como ya dije…- dijo Sai frenando su motocicleta- todo a su tiempo…
primero lo primero…-
Estaban completamente solos en lo que parecía un elevado y a su
alrededor podían verse los numerosos edificios y residencias que conformaban la
parte norte de la ciudad, a lo lejos podía distinguirse las luces del iluminado
gran puente que conectaba a la ciudad con su ciudad vecina.
Sai se bajó de la motocicleta y se puso de pie frente a la joven quien
lo miró completamente intrigada y sin decir palabra alguna se dispuso a
quitarle el manto a la joven. Ella solamente lo miraba con una mezcla de
sorpresa y decepción pues para alguien como ella era normal que los sujetos
tratasen de sobrepasarse con ella por ser una simple y guapa esclava.
Una vez quedó desvestida, la joven vio como su “salvador” pasaba sus
dedos suavemente por su abdomen hasta llegar a su vientre, luego el joven se
agachó para observar sus piernas y su ombligo, en ese momento la joven cerró
los ojos pues ya se esperaba lo que iba a pasar a continuación, se sintió
completamente traicionada y furiosa consigo misma por confiar en un extraño de
mirada similar a la suya.
Pero luego de unos minutos, nada pasó y la joven abrió los ojos para
ver como Sai seguía mirando con detenimiento el ombligo de la joven y luego
recordó que en el ombligo tenía un pequeño piercing que le habían obligado a
ponerse.
-
¿Quién te puso eso?- dijo Sai con tranquilidad- ¿el Subastador?-
-
Pues…- dijo la joven mostrándose apenada- si… fue hace ya unos meses-
-
Bien… entonces no te muevas…- dijo Sai sacando un pequeño dardo de su
bolsillo
La joven vio como Sai usaba su dardo para romper el piercing del cual
salieron varias chispas pequeñas y ella misma pudo sentir una leve corriente
eléctrica recorrer su cuerpo.
-
¿Qué era eso?- dijo ella mientras Sai guardaba su dardo- ¿alguna
especie de dispositivo?-
-
Exactamente…- dijo Sai volviendo a cubrir a la joven- un dispositivo
de rastreo que usa la mafia… el Subastador planeaba usarte como cebo para
atrapar al concejal rastreándolo hasta su propia casa-
-
Y… ¿Qué quiere el Subastador del Concejal Rodríguez?- dijo Flor con
curiosidad
-
Muchas cosas… el Concejal Rodríguez es uno de los miembros de más
influencia en el Concejo… si la mafia puede manipularlo entonces podrían tener
el autentico control de todo- dijo Sai subiendo a su motocicleta- ahora debemos
irnos-
Sin embargo un disparo rompió el silencio de la noche y Sai empujó a
Flor directo al frio asfalto para evitar que una bala brillante y poderosa los
atravesara. Sai pudo ver como varios agentes de la mafia comenzaban acercarse
en sus respectivos vehículos rodeándolos completamente.
-
Demasiado tarde…- dijo uno de los motorizados- aunque hayas destruido
el rastreador… ya habíamos encontrado tu posición…-
-
Eso no me preocupa- dijo Sai levantándose lentamente- ¿Para quién
trabajan?-
-
Como si fuésemos a decirte…- dijo otro de los motorizados- no hablamos
con futuros cadáveres…-
-
Flor…- dijo Sai sacando su espada- no te alejes mucho y mantente en el
suelo-
El traje de Sai empezó a emitir un pequeño brillo, había activado su
campo de resistencia y por esa razón las balas que los mafiosos le disparaban
no podían llegar a tocarlo pues la mayoría se desviaban y el resto era
bloqueado por los rápidos movimientos de la espada del joven Sai.
-
Las cargan con energía electro-punzante… que interesante- exclamó Sai
al ver las chispas que brotaban de su espada
-
Nada hace más daño…- dijo otro sujeto rodeándole con la motocicleta-
ahora… es tiempo de que nos dejes de molestar-
Durante unos segundos todos los motorizados dejaron de disparar y Sai
temió lo peor, dándose la vuelta observó a uno de los edificios que tenía más
cerca y pudo ver a un francotirador disparar un rifle directamente a su cabeza.
Afortunadamente en un rápido movimiento de su espada, Sai logró bloquear el
proyectil pero la fuerza de impacto fue demasiada y lo hizo retroceder un par
de pasos tropezando con Flor que seguía agachada.
En ese momento los motorizados tomaron ventaja y uno de los más
apartados lanzó una cadena amarrando a Sai por el cuello y arrastrándolo lejos
de Flor siguiendo la avenida. El golpe en el suelo hizo que soltara su espada y
por lo tanto no tenía algo que pudiese cortar una cadena reforzada como esa.
Sin embargo rápidamente a Sai se le ocurrió usar una de las
habilidades de su traje y girando una perilla diminuta en el broche de su
cinturón, Sai pudo sacar una pequeña cuchilla plateada resplandeciente y con
ella pudo cortar las cadenas de su cuello.
-
¿pero cómo pudiste?- dijo el motociclista- esas cadenas estaban
reforzadas con G2 genuino…-
-
Que de seguro robaste de algún lado- dijo Sai lanzándole la hoja
plateada
La hoja impactó justo en el tanque de gasolina del vehículo que con un
pequeño destello estalló en miles de pedazos lanzando a su conductor por los
aires, justo entonces Sai lanzó uno de sus dardos paralizantes para que al caer
no volviera a levantarse tan pronto.
De pronto un grito resonó en toda la avenida, Sai recordó que Flor
estaba sola con los motorizados, buscando en el suelo su espada se apresuró a
rescatarla, pero al llegar a donde estaba su moto los sujetos ya se habían ido
con la joven.
-
Buena suerte tratando de alcanzarnos- dijo algún motorizado desde la
distancia
Un ligero sonido de bit le advirtió a Sai que algo grande estaba por
suceder así que saltó hacia un lado justo para observar como su motocicleta
explotaba con intensidad en millones de pedazos. Habían logrado ganar ventaja
para poder escapar, pero no contaban con que Sai tuviese otros trucos bajo la
manga.
Las botas de Sai emitieron otro brillo, esta vez más intenso y
sujetando con fuerza su espada enfundada, Sai corrió a una velocidad casi igual
a la de su motocicleta, pasando las calles y avenidas con asombrosa rapidez, logrando
alcanzar a los motorizados con mucha facilidad.
Ante la mirada de los estupefactos mafiosos, Sai sacó su espada con
rapidez y activando su modo de ondas de vibración golpeó el suelo con fuerza
creando una pequeña sacudida que hizo que más de uno se cayera de su
motocicleta.
-
¿Les gustan mis habilidades?- dijo Sai- y esto no es nada…-
-
No me interesa…- dijo el primer mafioso en levantarse- los reportes
dicen que no matas a nadie… así que no tenemos por qué temer-
-
Les aseguro… que aunque no los mate- dijo Sai con una voz más seria-
puedo hacerles cosas peores-
Sin nada que perder, el motociclista disparó con su arma pero Sai,
además de bloquear la bala con su espada, realizó varios movimientos rápidos
que emitieron una onda eléctrica alrededor como si aumentara la estática en
toda la calle.
-
¿nos vencerás con estática?- dijo otro de los motorizados
-
Fíjense bien…- dijo Sai- la estática generada ha dañado cualquier
aparato que tengan incluyendo el dispositivo electro-punzante en sus armas-
Los hombres comprobaron que desafortunadamente Sai tenía razón y sus
armas ya no disparaban balas electro-punzantes, sin embargo el mecanismo de
disparo funcionaba.
-
Aún tenemos el mecanismo de disparo- dijo el que estaba más lejos- y
somos 10 contra él-
-
Lo siento muchachos…- interrumpió Sai- pero no creo que eso ayude-
Sai levantó su espada adquiriendo una pose de kendo básica, con la
espada sobre su cabeza activó el modo de vibración y comenzó a aumentar su
intensidad. Ante tal acción los motorizados no podían quedarse a mirar, debían
actuar.
-
Va a sacudir el suelo…- dijo uno de ellos- rápido… saltemos sobre él-
Los motorizados se abalanzaron sobre el joven Sai tratando de evitar
que usara su espada pero fue demasiado tarde y Sai creó una onda de repulsión
magnética con su espada que hizo volar a todos los hombres por los aires
cayendo inconscientes en el suelo en su totalidad.
-
Creo que eso es todo…- dijo Sai, luego buscó a Flor que se escondía
tras una de las motocicletas- creo que ya no van a necesitar sus vehículos…-
Sai subió al vehículo y rápidamente buscó sintonizar una frecuencia en
la radio de comunicaciones interna.
-
¿no habías destruido las propiedades electrónicas?- dijo Flor algo
intrigada
-
Solamente las de sus armas…- aclaró Sai- no las de sus transportes…
necesito comunicarme…-
Un sonido en el aparato demostró que Sai había logrado conectarse y
luego una voz extraña y algo difusa comenzó a salir de la bocina del
comunicador.
-
Agente Sai…-decía la voz aparentemente femenina- Agente Sai… ¿Dónde
estás?-
-
En la avenida 20 con calle 89- dijo Sai- tengo a un grupo de
motorizados que trabajan para el Subastador…-
-
¿lograron dar contigo?- dijo la voz en la radio- eso es extraño-
-
Supongo que fue por el dispositivo de rastreo que tenía la joven que
rescaté- aclaró Sai
-
Ya veo…- razonó la voz- pero entonces… ¿acaso eso no significa que…?-
En ese momento Sai cayó en cuenta de lo que estaba pasando y
rápidamente miró a Flor quien seguía algo confundida, sin previo aviso Sai la
tomó por el brazo y la subió en la moto junto a él, luego de eso aceleró con
bastante fuerza.
-
¿Qué sucede?- dijo Flor algo agitada
-
Esos tipos no eran simples matones- dijo Sai- ese francotirador no
estaba con ellos… tomó una ruta diferente…-
-
¿Qué dices?- dijo la joven sujetándose del agente
-
Era una distracción- dijo la voz en la radio- trataré de rastrear el
estado de la comisaría-
-
No hace falta…- dijo Sai- en unos instantes estaremos allí-
Luego de cruzar violentamente una esquina en la que Flor casi se cae
debido a la fuerza del cruce, ambos llegaron de nuevo a la calle donde estaba
la comisaria y al detenerse frente al edificio vieron como los vidrios estaban
rotos y había marcas de balas en las paredes, unos guardias heridos eran
atendidos por los médicos de una ambulancia que había llegado hace poco.
-
Esto era lo que me temía- dijo Sai
-
¿Qué pasó aquí?- exclamó Flor aterrada
-
Los motorizados eran una simple distracción…- dijo Sai bajándose de la
moto- ellos seguramente vinieron a llevarse al Concejal Rodríguez-
-
Exactamente…- dijo un guardia con su brazo vendado- un grupo de
mafiosos dirigidos por El subastador nos atacó y se llevó al Concejal… y… a
otro sujeto…-
Era lo que Sai estaba esperando escuchar, El Subastador en persona se
había encargado de llevarse al sujeto con todo y las pruebas para que no
pudieran incriminar al Concejal de ninguna forma. Sai conocía bien el estilo
limpio de trabajo de la Mafia para la que trabajaba El subastador y sus
secuaces.
-
¿puedo tomar prestado uno de sus vehículos?- dijo Sai
-
De acuerdo…- dijo el Policía con el brazo vendado, aparentemente era
el que estaba a cargo de la comisaría- no creo que podamos movernos ahora…
pero… cuando regrese espero respuestas claras sobre todo lo que ha estado
pasando-
-
Las tendrá- dijo Sai tomando una moto policiaca y subiendo a Flor en
ella- no se preocupe por eso-
-
He escuchado muchos rumores sobre ti- dijo el oficial- como podrás
entender… no puedes causar tal daño en mis instalaciones y dejarme a mí sin
información-
-
Lo entiendo señor- dijo Sai encendiendo la motocicleta- le prometo que
en cuanto encuentre al Concejal lo traeré de vuelta y entonces tendrán sus
respuestas-
Y tras decir esto Sai aceleró dirigiéndose directamente hasta la
avenida nuevamente, pero esta vez de forma muy diferente, tomando caminos
alternos a la vía principal, como si se asegurase de que nadie los siguiera.
-
Lo siento…- dijo Sai sorprendiendo un poco a Flor- por tu bien y el de
todos… no debes saber a dónde me dirijo ni el camino que tomaré-
-
¿a qué te…?- trató de decir Flor, pero Sai ya había clavado uno de sus
dardos en la pierna de la joven haciendo que esta se desmayara luego de sentir
una pequeña carga eléctrica.
Para cuando la joven despertó, se encontraba en una cama dentro de una
habitación cerrada, no había ventadas y sólo tenía una puerta metálica frente a
ella, a su alrededor había un escritorio, un librero y una mesita de noche
donde reposaba una lámpara y una radio.
Al levantarse, Flor se dio cuenta de que le habían proporcionado algo
de ropa y sus heridas estaban curadas, sin embargo el cuarto estaba vacío, no
había señal de nadie ni nada, por lo que lentamente fue caminando hasta la
puerta preparada para lo que pudiese encontrar.
Grande fue su sorpresa al encontrarse con un gran laboratorio lleno de
toda clase de aparatos y con varios científicos dedicados a su trabajo tanto en
los químicos como en las computadoras, todos vestían batas grises y usaban
lentes oscuros, Flor sorprendida no había notado que otra mujer se le había
acercado y estaba de pie junto a ella.
-
¿increíble cierto?- dijo la mujer- ¿Qué tal dormiste?-
-
Yo…- Flor estaba algo sorprendida y todavía era tímida para hablar
claro- bueno… gracias… he dormido muy bien… ¿Cuánto tiempo ha pasado?-
-
Has dormido por casi 6 horas- dijo Sai apareciendo desde una puerta
adjunta- es bueno ver que estás bien-
-
Sai…- dijo Flor algo más tranquila de haber encontrado alguien de
confianza- tu… ¿Qué me hiciste?... no puedo recordar nada después de lo de la
policía-
-
Tranquila… usé un dardo de cargas electro-estáticas- dijo Sai con
calma- usé una intensidad baja para que no te lastimaras mas…-
-
¿Dónde estamos?- dijo Flor viendo a su alrededor- ¿estamos en una base
militar o algo así?-
-
Creo que debería acostarse un rato…- dijo la mujer tratando de calmar
a la intrigada Flor- no debería estar haciendo tantas preguntas…-
-
Descuida Jenn- dijo Sai quitándose la máscara- creo que ya es tiempo
de explicar las cosas… se lo debo-
-
Pero recuerda que nuestra información es muy clasificada- dijo Jenn
-
La traje hasta aquí contra su voluntad y sin explicarle nada…- dijo
Sai- merece al menos saber lo importante… ya hablé con el Director Kai sobre
eso-
-
Perfecto… si él no tiene problemas con eso… entonces yo no debo
tenerlos tampoco…- dijo Jenn algo indignada
-
Luego me regañas…- dijo Sai arrastrando a Flor de regreso al cuarto-
no tengo mucho tiempo… lo sabes…-
-
De acuerdo… te espero en el hangar- dijo Jenn regresando a su labor en
las pantallas
Sai cerró la puerta del cuarto y miró a Flor directamente a los ojos,
ella pudo ver entonces el rostro sin máscara de su salvador, era blanco y su
pelo era algo largo, tenía algunas cicatrices en su mejilla y en su frente,
pero no se notaban a simple vista, la joven llena de curiosidad simplemente no
podía quedarse sin explicaciones.
-
¿piensas explicarme todo?- dijo Flor descargando toda su intriga-
¿Quién eres, dónde estamos, por qué te dicen SoulSword y creen que eres un mito
o un fantasma?-
-
Tranquila- dijo Sai algo impactado- primero que nada… estamos en una
de las instalaciones secretas de una agencia especial… es conocida como
D.I.S.K. la cual se encarga de proteger la ciudad de los ataques de la mafia
élite conocida como la XTeach… según sabemos… los operativos que maneja la
mafia y los recursos que poseen se considera como un peligro clase triple S…-
Sai hizo una pausa y vio a Flor para asegurarse de que ella entendiera
al menos la mayoría de lo que estaba diciéndole, cuando se dispuso a continuar
lo hizo de forma más reservada ya que era información que no debería salir a la
luz en su totalidad.
-
Yo formo parte de los agentes de mas algo rango en el Departamento…
como puedes ver mi trabajo consiste en seguirles la pista a cada uno de los
miembros más reconocidos de XTeach y capturarlos… “El Subastador” es uno de
esos miembros y por esa razón debo capturarlo para impedir que la mafia consiga
su objetivo…-
-
¿Cuál es su objetivo?- dijo Flor en una voz tan baja como un susurro
-
No lo tenemos claro…- dijo Sai- lo que sí puedo decirte es que no lo
conseguirán tan fácil… para eso estamos…-
-
¿y tú?- dijo Flor buscando información sobre el tema que más le
interesaba- esa mirada en tu rostro es muy similar a la mía… ¿eras un esclavo
cierto?-
-
Te equivocas- dijo Sai en un tono más serio y firme- no era ningún
esclavo… antes…-
-
¿antes?-
-
Como ya te dije… soy uno de los agentes de mayor rango… no puedo divulgar
la existencia de D.I.S.K así como
tampoco puedo revelar mi verdadera identidad… por esa razón la gente me cree un
mito o un fantasma…-
-
Lo siento si soy insistente- dijo la joven volviendo a su forma tímida
de hablar- pero es que cuando te vi anoche… bueno…-
-
No digas mas…- dijo Sai en tono cortante- yo te salvé porque era
necesario… no me veas como una clase de súper héroe porque no lo soy… solamente
era mi trabajo y deber como una persona justa y correcta-
Tras decir esto Sai volvió a ponerse su máscara y dándose la vuelta se
dirigió a la puerta, Flor supo que había tocado un tema algo doloroso para él y
se sintió terrible por obligarlo a revelar cosas que deberían ser tan duras
como el ser una esclava durante toda su vida.
Sai salió del cuarto y rápidamente fue abordado por Joseph, uno de los
agentes de investigación y desarrollo, portaba una tabla digital en la que
brillaba un punto pequeño sobre un mapa de la ciudad, era la información que
estaba buscando.
-
¿esa es la localización del Subastador?- dijo Sai al ver la tabla
-
Así es- dijo Joseph- la señal del dispositivo de la joven funcionó muy
bien para rastrear el origen de su transmisión… finalmente pudimos dar con la
localización de la guarida del Subastador…-
-
Perfecto…- dijo Sai- debo apresurarme entonces…-
-
¿Qué haremos con la jovencita que está en su habitación?- dijo Joseph
mirando a la puerta por la que Sai acababa de salir
-
El Director Kai fue muy especifico…- dijo Sai- esta joven no tiene
casa o familia a la cual acudir… por lo tanto debemos asignarle una locación
segura… si es posible también podemos otorgarle una identidad bajo la cual
pueda vivir…-
-
De acuerdo…- dijo Joseph retirándose- le avisaré a Sally-
-
Gracias…- dijo Sai encaminándose al hangar donde lo esperaba Jenn
Lo que ninguno de los 2 sabía era que Flor estaba pegada a la puerta
escuchando toda la conversación, la joven notó que en su ombligo ya no se
encontraba el piercing que le habían puesto. Por otra parte su indignación e
instinto le indicaba que Sai no se hubiese tomado tantas molestias por una
joven esclava, al menos no si tal como le había dicho eran por motivos
laborales, sus razones debían ser más profundas para que se preocupara por
todas esas cosas.
Era una bodega con poca luz, el Concejal estaba amarrado por completo a
una silla en medio de una habitación rodeada de guardias, mientras que El
Subastador preparaba una inyectadora con una especie de solución gris que le
habían traído unas personas de uniforme hacía ya unas 3 horas.
-
Disculpa la tardanza- dijo el Subastador preparando la inyectadora-
luego del problemita con SoulSword tuve que preparar otra ubicación… además de
que la fórmula debía cambiarse ligeramente-
-
¿Qué planeas hacer con eso?- dijo el concejal algo alterado- no tienes
que hacerme nada… puedo darte lo que quieras… dinero… esclavos… lo que sea-
-
Lo que yo quiera es irrelevante señor- dijo el Subastador acercándose
con la inyectadora- solamente obedezco ordenes… a su tiempo todo tendrá sentido
para usted…-
Sin más que decir el subastador le inyectó al Concejal todo el líquido
verde en el cuello, el hombre sintió una sacudida en su sistema y luego todo
comenzó a dar vueltas hasta que ya no pudo mantenerse consiente y se desmayó en
la silla a la cual estaba amarrado.
-
El suero debería surtir efecto en al menos 30 horas…- dijo el
Subastador a uno de los guardias- será mejor que lo saquemos de aquí…-
En ese momento una de las ventanas estalló de repente y el sujeto
conocido como SoulSword apareció frente a todos con su espada en la mano la
cual emitía una interesante corriente eléctrica.
-
Has venido…-dijo el Subastador con ánimo- ya me lo imaginaba-
-
No dejaré que te salgas con la tuya- dijo SoulSword sujetando con
fuerza su espada- ¿Dónde está el otro?-
-
¿otro?- dijo El Subastador algo confundido- ¿no vienes por el
concejal?-
-
Secuestraste a 2 personas anoche…- dijo SoulSword mirando con
detenimiento el lugar- el Concejal y a uno de nuestros operativos-
-
¿operativos?- de pronto el subastador cayó en cuenta de quién era-
¿acaso era ese sujeto que traía las pruebas para acusar al concejal? Lo siento…
no está aquí…-
-
¿Qué dices?-
-
Se lo envié a uno de nuestros científicos más importantes… el Prof.
Luz sabrá qué hacer con él-
Eso fue lo que detonó el momento para que el agente Sai se moviera a
una velocidad impresionante contra el Subastador quien activando las cargas
electro-punzantes de su bastón logró detener el ataque electroestático del
joven agente.
-
Usas una espada muy interesante…- dijo el Subastador al verla- según
lo que investigué… se dice que fue una de las primeras invenciones del
científico conocido como Arthur Texture-
-
Exactamente…- dijo Sai sin darle importancia- ahora dime… donde está
el Prof. Luz-
-
¿crees que yo lo sé?- dijo el Subastador riendo irónicamente- los
miembros de XTeach nos mantenemos ocultos de nosotros mismos… para evitar dar
información a extraños enmascarados…-
Y diciendo esto empujó con fuerza a Sai hacia atrás, sin embargo el
agente no cayó y mantuvo su posición preparado para bloquear el disparo de
energía electro-punzantes del bastón del Subastador, seguidamente Sai realizó
un movimiento rápido con la espada que creó una onda repelente que mandó a
volar a más de uno de los secuaces que estaban rodeándolos.
-
Un armamento peculiar- dijo el Subastador que no se había movido- usas
uno de los trajes diseñados para mejorar el rendimiento de los soldados, una
tecnología bastante útil…-
-
Veo que también posees una de esas…- dijo Sai- de lo contrario también
habrías volado-
-
¿lo crees?- dijo el Subastador abriendo su camisa y mostrando una
armadura similar a la que traía Sai- es obvio que si voy a pelear contra ti
necesito usar algo que nivele nuestras fuerzas…-
En ese momento Sai activó la función eléctrica de su espada para
paralizar el funcionamiento del traje del Subastador pero con un movimiento
igual de rápido, éste logró bloquear la espada con su bastón y varias chispas
de energía Electro-punzante saltaron por todos lados. Ambos sujetos
retrocedieron debido a la fuerza de choque, Sai se dio cuenta que su oponente
no era de los que caían tan fácilmente.
-
Si mal no me equivoco…- dijo el Subastador- el Dr. Texture es conocido
por sus creaciones con varios “modos” de uso… sin embargo parece que no has
podido desbloquearlos todos…-
-
Sabes mucho…- dijo Sai sujetando con firmeza su espada- pero no he
pedido tu informe…-
-
Ciertamente… creo que alargamos mucho esto… vamos al grano…-
Sai avanzó rápidamente y lanzó un dardo paralizante contra el
Subastador que con buenos reflejos pudo atraparlo en pleno vuelo con su mano
izquierda pero dejando una apertura por la cual Sai podía atacar, sin embargo
el hombre fue astuto y también se dio cuenta de su apertura por lo que usando
su bastón lanzó una poderosa descarga de energía electro-punzante en el suelo
para escapar del toque de la espada.
Siguiendo el impulso de su propia aceleración, Sai dio un enorme salgo
y con un giro increíble realizó una grandiosa estocada al suelo que levantó una
onda eléctrica que El subastador tuvo que esquívalo moviéndose a un lado casi
perdiendo el equilibrio.
-
Eres bueno… lo admito- dijo el Subastador recuperando la compostura y
viendo como su manga derecha se destrozaba debido al efecto del ataque de Sai-
sin embargo no puedes hacerle frente al poder destructivo de la energía
electro-punzante… -
-
Matar a tu oponente es darle una salida fácil…- dijo Sai recuperando
su posición- si es un criminal… estarías ayudándole a escapar de lo que sería
su responsabilidad… una persona que quiera impartir justicia debe pensar en lo
que es justo… y por eso yo he decidido no darle una salida fácil a nadie…
porque así deben ser las cosas…-
-
Interesante forma de pensar…- dijo el Subastador aumentando la carga
de su bastón, a su alrededor, todos los secuaces que quedaban en el salón
comenzaron a salir y uno pudo llevarse al todavía inconsciente concejal
Rodríguez- creo que es momento de ponerse serios…-
-
Opino lo mismo…- dijo Sai sujetando con fuerza la espada y activando
su modo de ondas nuevamente- este movimiento será el definitivo…-
-
¿de verdad?- dijo el Subastador al ver como la espada de Sai comenzaba
a vibrar con mucha fuerza- entonces demos lo mejor…-
Sai activó el modo de vibración de su espada y lo elevó hasta el
límite, sintiendo como su propio cuerpo comenzaba a sentir las cargas de su
propia espada, pero esto no le importaba en lo más mínimo, si bien era cierto
lo que decía el subastador y no había desbloqueado todos los modos de su
espada, en ese momento no los necesitaba.
Hubo unos segundos en que las miradas de ambos causaban que el
ambiente se volviese tan tenso que hubiese sido posible cortarlo con un
tenedor, ambos parecían estar peleando ya en su propia mente, sin embargo al
sacar sus conclusiones ambos comenzaron su ataque corriendo a toda velocidad
contra su adversario.
Hubo un fuerte choque las cargas electro-punzantes destrozaron el
suelo, las paredes y el techo, sin embargo eso no detuvo a ninguno de los dos,
cuyos movimientos no cesaban y cada choque que causaban sus armas liberaba mas
y mas cargas electro-punzantes por todas partes que causaban estragos donde
tocaran.
Sai y el Subastador se movían de un lado al otro esquivando y
bloqueando los ataques de su adversario, hasta que finalmente Sai dio un paso
atrás para bloquear la feroz estocada del Subastador que descargó un gran rayo
de energía electro-punzante que terminó derribando el muro de concreto a sus
espaldas, cosa que causó que todo comenzara a desmoronarse.
Las partes destrozadas del techo comenzaron a caer pero ninguno quiso
moverse de donde estaban.
-
Es todo- dijo el Subastador sintiendo las cargas vibratorias de la
espada de Sai- eres muy bueno con la espada… pero sin la carga electro-punzante
creo que esta espada es solo una hoja no muy afilanda… aunque esté reforzada
terminará destruyéndose si seguimos como vamos…-
-
Entonces déjame hacer un pequeño ajuste- dijo Sai soltando una mano de
su espada
En ese momento usó la mano libre para golpear con su palma el bastón
del Subastador el cual se partió en 2 frente a la mirada atónita de su
propietario.
-
¿Cómo pudiste hacer algo así?- dijo el subastador viendo como la mano
de Sai sangraba debido al contacto con la energía mortal del bastón
-
Puede que no te hayas dado cuenta debido a la euforia del momento…-
explicó Sai- pero cada golpe de nuestras armas era exactamente en el mismo
punto… nunca notaste la fisura que estabas creando en tu propia arma hasta que
fue demasiado tarde y pude romperla de un golpe…-
-
Ese movimiento…- dijo el Subastador recordando algo importante- solo
existe un registro de alguien que lo había usado antes… pero… el informe dice
que había muerto… a menos que…-
Hubo una sacudida y una gran parte del techo cayó sobre ambos, Sai
aprovechó la situación para sujetar al subastador y lanzarlo por la apertura en
el muro que había hecho anteriormente con su bastón.
La bodega se derrumbó por completo, El subastador pudo ver como Sai
usaba la función de ondas de su espada para abrirse paso entre los escombros y
salir a duras penas del caos que había causado su lucha.
-
Bien hecho agente Sai- dijo una voz por un megáfono a distancia-
descanse… a partir de ahora nosotros nos encargamos…-
El lugar había sido rodeado por las tropas de DISK, el subastador pudo
ver a un sujeto de piel bronceada y lentes oscuros que sostenía un megáfono y
caminaba firmemente hasta ellos, a su
lado el Concejal Rodríguez descansaba dentro de un vehículo blindado.
-
No intente nada o sufrirá consecuencias peores- dijo el hombre- Hector
Sullivan conocido como “El Subastador” queda detenido por cargos contra el
Concejo y mercadeo ilegal… así como el manejo de operativos no autorizados y secuestro…-
-
Wess- dijo Sai guardando su espada y sentándose a descansar- no estaba
allí…-
-
Lo sabemos…- dijo el hombre- Joseph escaneó el lugar… no había señales
de nadie además de ustedes…-
-
Director Kai… perdóneme- dijo Sai con vergüenza- no he podido…-
-
No tienes que decir nada- dijo el Director Kai- esto es cosa de todos
los días… pronto encontraremos con Wess-
-
Debemos buscar al Prof. Luz- dijo Sai recuperando su postura- es lo
único que sé-
-
Resolveremos esto en la base… por ahora vamos-
Y tras decir esto ambos tomaron al criminal conocido como Hector
Sullivan “El Subastador”, llevándolo directo a donde sería incriminado y
encerrado en una bóveda especial de seguridad conocida como “La Fosa de las
Marianas” donde pasaría sus días de sentencia sin posibilidad de un escape.
En cuanto al Concejal Rodríguez, sin las pruebas que proporcionaría
Wess era imposible que fuese detenido por lo tanto el director Kai se aseguró
de llevarlo a su casa antes de que despertara, un rápido análisis no reveló ningún
daño estructural y se llegó a la conclusión de que se mantendría en observación
para prevenir cualquier cambio o comportamiento extraño.
Flor se acercó a él, ya en la base nuevamente Sai supo que la joven se
había enterado de la decisión del director acerca de reasignarla a un lugar. La
joven lo ayudó a vendarle la mano lastimada y luego lo miró con unos ojos de
intriga, ya normales en ella.
-
No te preocupes- dijo Sai viendo su mano- mis heridas son capaces de
sanar rápidamente…-
-
Quiero disculparme…- dijo la joven- no debí preguntarte tantas cosas
personales… me dejé llevar por la intriga-
-
No importa…- dijo Sai con calma- ya pasó… ahora… tendrás una nueva
vida lejos de todos los problemas… me aseguraré de que estés bien…-
-
¿Puedo saber una ultima cosa antes de irme?- dijo Flor mirando
directamente a los ojos del joven Sai- ¿Por qué te tomas tantas molestias para
ayudar a alguien como yo?-
-
Por que es lo justo…- dijo Sai sin pensar- no he sido esclavo… sin
embargo también e pasado momentos duros… por esa razón es que puedo entender
como debes sentirte… y lo correcto es ayudar… además… cuando una mujer es tan
bella… debo admitir que me vuelvo débil…-
Flor sonrió un poco y se sonrojó por el comentario sin embargo no dijo
mas nada y terminó de vendar las heridas de Sai que tal como lo había dicho ya
estaban cicatrizándose de manera asombrosa.
-
Debo suponer…- dijo Flor acercando su rostro al de Sai- que no volveré
a verte…-
-
Me temo que no…- dijo Sai observando como Flor se acercaba cada vez
mas- una vez hayas salido de aquí… no volveremos a vernos…-
-
Entonces…- dijo Flor acercándose cada vez mas, sus labios rozaron los
de Sai- supongo que debo hacerlo ahora…-
Los labios de ambos se juntaron en un poderoso y sensual beso que
quedaría grabado en la memoria de ambos, luego de unos minutos donde solo
podían escucharse el sonido que hacían las personas que trabajaban afuera de la
enfermería en la que se encontraban, Flor se separó de Sai y antes de irse se
dio la vuelta y decidió preguntar una ultima cosa.
-
Dime- dijo con una voz aparentemente mas alegre- ¿me dirías tu
verdadero nombre? Solamente para recordarte por tu identidad y no por tu
trabajo…-
-
Lo siento- rió Sai- pero mi identidad ha quedado en el pasado… soy lo
que ves ahora…-
-
Me lo imaginaba…- dijo Flor con una sonrisa- bueno… Sai… gracias de
nuevo y espero que volvamos a vernos aunque todo indique lo contrario…-
Y tras decir esto desapareció tras la puerta de la enfermería dejando
a Sai sólo con sus pensamientos, a pesar de lo mucho que habían cambiado las
cosas, Sai seguía manteniendo parte de su personalidad.
-
Sólo soy un alma que vaga entre las sombras… pagando el precio de sus
debilidades… soy alguien que ha perdido todo rastro de su pasado… y aunque veas
mi rostro nunca lograrías reconocerme o recordarme… me he convertido en el eterno vigilante de
esta ciudad… en el fantasma de mi voluntad… en el alma de mi espada…-
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